Centro de Espiritualidad


Especial
Premio CIDI 2024

Centro de Espiritualidad "Del Carmen"

Almazán y Arquitectos Asociados - Arq Guillermo Almazán Cueto

El Centro de Espiritualidad fue fundado por la orden del Carmen en el centro de Toluca en el año 2002, es un conjunto que incluye tanto edificios nuevos, como espacios restaurados y acondicionados dentro de un convento del siglo XVII, diseñados para propiciar una atmósfera austera y sencilla con el fin de facilitar la interiorización y el descubrimiento de la riqueza propia que todos llevamos dentro.

Si ingresamos al atrio de la iglesia nos encontramos con una edificación fundada en 1698 y construida a lo largo de varios siglos, encontrándose actualmente con un toque Neoclásico del siglo XIX. Al oriente del conjunto podemos encontrar la capilla de la Orden Tercera, espacio en el que se colaboró para su restauración integral, incluyendo el piso de madera y las bancas originales.

Del lado poniente del templo existe una sección del Convento antiguo desarrollado alrededor de un claustro que alberga diversos espacios rehabilitados y acondicionados para cumplir con las funciones administrativas y de servicios como lo son la librería, el comedor, oficina, habitaciones y la biblioteca; ésta última con una torre que resguarda los libros más antiguos de la casa datados entre los años 1,500 y 1,800. Sin olvidar la terraza que recrea el vuelo de una paloma con su cubierta de aluminio y fachada acristalada que da inicio al encuentro con una arquitectura contemporánea.



Continuando el recorrido hacia el norte se encuentra el conjunto de edificaciones más recientes que al ingresar nos recibe con un amplio jardín enmarcado por edificios de diferente tipología, convirtiendo a este en un hermoso vestíbulo que nos conecta con la naturaleza y con los diferentes recintos a través de recorridos agradables con una jardinería muy elaborada.

Al poniente del jardín podemos ingresar a “la Casa de Retiros”, un edificio de hospedaje de 4 niveles con una fachada sencilla y limpia, a un solo paño con un vitral de 9.20 metros de alto y 32 ventanas cuadradas completan la fachada, una por cada habitación para el descanso de los participantes de los retiros; en el interior, se accede a cada cuarto por medio de un pasillo y escaleras iluminadas naturalmente con un amplio domo de cristal, todo con un diseño lineal y funcional. Este edificio ejemplifica la austeridad y sencillez, respetando el esquema original pero agregando soluciones muy importantes para respetar las necesidades actuales.

Regresando al jardín y dirigiéndonos al norte, nos encontramos con el edificio de salones, un volumen horizontal de dos niveles cuya fachada expresa solidez y sobriedad con una mezcla discreta de materiales como piedra braza, madera, acero y cristal, incluyendo nuevamente un vitral que adorna y dota de carácter al recinto. En el interior nos recibe un vestíbulo de doble altura, una pequeña recepción, escaleras y un pasillo que conduce a los salones; los acabados corresponden con la austeridad requerida, con muros enjalbegados en blanco y pisos de losetas de barro rojo. Las 6 aulas, 3 por nivel, son espacios amplios y bien iluminados, sus ventanas miran al jardín, pero que con antepechos altos se conserva la privacidad. Al terminar de recorrer el pasillo de aulas, se encuentra un pequeño bloque de cubículos, son 8 espacios privados e íntimos para escuchar y dialogar con quienes participan en los retiros.

Como final del recorrido por este vergel y como remate visual del mismo, se encumbra la capilla del Centro de espiritualidad, un bloque robusto asentado en la tierra que, por medio de una sustracción amplia en el centro, se puede acceder al nártex, este permite una comunicación periférica a los cubículos por un lado y a la sacristía por el otro. Al cruzar el portal nos encontramos en un espacio amplio y bajo, flanqueado por 2 nichos diseñados expresamente para albergar iconos de la orden. Al continuar avanzando, el espacio se abre a una doble altura coronada por una lampara escultórica de lámina acanalada y al centro, el altar envuelto por unas gradas resueltas con una ligera Isóptica.

El Centro de Espiritualidad en Toluca no solo es un lugar de retiro, sino un refugio donde la historia, la naturaleza y la modernidad se unen para ofrecer una experiencia transformadora, promoviendo la paz interior y el autoconocimiento en un entorno de belleza y serenidad.


 Ficha Técnica


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