La planeación y diseño para esta nueva visión de la arquitectura judicial, buscan responder de manera integral a las aspiraciones de lograr un ambiente sensiblemente humano, capaz de propiciar el buen desarrollo de los procesos de justicia y en lo específico, propone una particular forma de expresarse y relacionarse con su medio suburbano atendiendo a las características propias del contexto en que se inserta, sin dejar de establecer elementos de identidad que relacionen los distintos proyectos del Poder Judicial en el Estado.
Las pendientes topográficas del predio y las vistas panorámicas hacia la ciudad de Zamora de Hidalgo son aprovechadas para determinar la orientación del inmueble, el cual se relaciona con el paisaje existente, conservando sus características originales e integrándolo a los diversos recorridos dentro del conjunto arquitectónico.
Los dos accesos principales, así como las circulaciones internas, son a través de pabellones cubiertos que cruzan libremente espacios abiertos, con vegetación nativa, delimitados por muros de piedra volcánica del lugar. Y para los espacios cerrados, destinados a oficinas y salas de oralidad se utilizaron materiales como el acero, la madera y el cristal.
El proyecto está compuesto por: cuatro salas de oralidad, cuatro salas de deliberación, sala de testigos, sala de testigos protegidos, diez salas de mediación, dos áreas de atención psicológica, cámara de Gesell, juzgado tradicional, celda, dos salas de juntas, tres salones de usos múltiples, archivo, ludoteca, oficinas, estacionamiento y servicios generales.