¡Gracias a todos los que forman parte
de esta Historia!
Este Proyecto se concluyó e Inauguró en 2021. Operando de 2021 a 2024, como una iniciativa ciudadana de empresarios particulares, respaldada por la generosidad de la comunidad y el apoyo gubernamental.
El Conjunto Mariano Matamoros es un vivo testimonio de lo que podemos lograr cuando trabajamos juntos.
Uno de los más grandes privilegios ha sido, para muchos, formar parte de la historia del Teatro Mariano Matamoros. Este recinto, nacido en los primeros días tras la fundación de Morelia, es mucho más que un edificio histórico; se trata de un testimonio vivo de la evolución cultural y artística de nuestra ciudad. En su renacimiento, colaboradores y asistentes nos hemos entrelazado, aportando cada uno su pedacito de alma para regalar un aliento de vida a este maravilloso lugar.
Hemos tenido la fortuna de contribuir a este proceso, poniendo nuestro corazón en cada detalle para darle una nueva personalidad: su voz, su apariencia, sus increíbles capacidades tecnológicas y, sobre todo, su alma. Es un espacio que, mientras adopta las tendencias arquitectónicas más modernas en su interior, es abrazado por la majestuosa arquitectura virreinal en su exterior, latiendo con la energía del arte y la creatividad de Michoacán y del mundo.
El Teatro Mariano Matamoros es un abrazo cálido al alma que envuelve a todos los que buscan una vida más hermosa, más amable, más libre a través del arte. Ha vuelto a ser la joya que corona nuestro patrimonio, un refugio donde artistas locales, nacionales e internacionales encuentran un hogar para expresar su luz y compartirla con quien desee recibirla. En todo esto se ha convertido el Teatro Mariano Matamoros, gracias al amor y al esfuerzo colectivo.
Lo más hermoso de todo es que este logro no habría sido posible sin el increíble equipo humano que ha puesto su pasión y su empatía en cada rincón. Y tampoco sin quienes han dado verdadero sentido a todo este esfuerzo: la audiencia, el público que llenó cada butaca, que se dejó llevar por cada función, que rió, lloró y aplaudió con el corazón y el alma. Ellos, ustedes, nosotros, con nuestra presencia y energía, hemos sido el suspiro vibrante que ha dado nueva luz a este espacio.
Cada rincón del Teatro Mariano Matamoros resuena con la generosa creatividad que enriquece nuestras vidas. Ser una pequeña parte de esta historia, un pedacito en el tejido de su legado, es un honor que llevaré siempre en el corazón, con una sonrisa y una gratitud infinitas por haberme permitido ser la voz en su nuevo despertar.